lunes, 20 enero, 2025
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15 mitos y leyendas de Córdoba ciudad. Misterios de la ciudad califal

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Entre un puente Romano, una mezquita árabe, un barrio judío y cientos de calles como la de los balcones deben haber pasado muchas cosas. Hoy queremos recuperar para ti 15 mitos y leyendas de Córdoba ciudad para que, si ya la conoces o estás por hacerlo, seas capaz de ver sus edificios y monumentos con otros ojos y descubras los misterios de Córdoba.

Córdoba
Córdoba

– 15 mitos y leyendas de Córdoba ciudad (España)

1. Torre de la Malmuerta y los comendadores

Para la primera leyenda de Córdoba nos trasladamos al barrio de Santa Marina y su monumento más conocido, la torre de la Malmuerta. Construida en el siglo XV, tiene como eje central de la historia al caballero Fernando Alfonso de Córdoba y a su esposa Beatriz de Hinestrosa.

Los primos de Fernando, llamados Jorge y Fernando de Córoba y Solier, fueron un día a visitar a Beatriz y Fernando. Ambos, comendadores de sus respectivas ciudades, compartieron algunos meses con la pareja, lo que ocasionó que Jorge se quedara prendado de Beatriz, la mujer de su primo.

A ello se le sumó que Fernando tuvo que acudir a una llamada de la corte real, por lo que Jorge y Beatriz quedaron a solas en la ciudad de Córdoba. El combo perfecto creó un descontento en Fernando, que veía como su esposa cada vez le enviaba menos cartas a sabiendas de que estaba en Córdoba con su primo Jorge.

Al volver a la ciudad, Fernando estaba tan obsesionado con el asunto que, sin tener pruebas de ninguna infidelidad, decidió acabar no solo con la vida de Beatriz y Jorge, sino que además también asesino al hermano de este último, Fernando de Córdoba y Solier.

Tras haber recapacitado sobre sus actos y sin saber si su mujer le había sido infiel, Fernando pidió el perdón al rey Juan II de Castilla, que como castigo ordenó al caballero que construyera la torre, a la que se llamó de la Malmuerta en honor a Beatriz.

2. Los fantasmas de la facultad

Uno de los edificios que hoy alberga la facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Córdoba fue antiguamente un hospital, del que quedan rastros en el suelo, como los railes con los que se movían las camillas de los enfermos. Fue construido en el siglo XVIII, pero el terror de los enfermos que ocuparon sus camas hace años se siente hoy día entre sus paredes.

Muchos testimonios actuales hablan de personas adultas que vagan por los pasillos con la cara picada de viruela y medio cojos, o de niños de 6 años que salen corriendo de un aula a otra y desaparecen por arte de magia. Esas historias son contadas por vigilantes y limpiadoras que casi siempre empiezan o acaban su turno en la más absoluta oscuridad de la noche. Verdad o no, lo que está claro es que esta facultad tiene un halo de misterio que supone una de las más terroríficas leyendas de Córdoba ciudad.

facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Córdoba
Facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Córdoba

3. El duende y su tesoro

Nuestra siguiente leyenda de Córdoba ciudad nos lleva hasta la céntrica plaza Poeta Juan Bernier, lugar en el que antiguamente estaba situado el convento de Santa María de Gracia hasta su derribo en el siglo XX.

Antes del convento, allí se situaba una vivienda con un pozo. Habitada por varias familias, ninguna de ellas se atrevió nunca a visitar el famoso pozo, ya que la leyenda explica que en el fondo de este se encuentra un tesoro custodiado por un duende que impide que cualquier persona pueda acceder a él.

Tras la construcción del convento y para ahuyentar al famoso duende, que ya era leyenda bastante extendida por la ciudad, se decidió encender una lámpara. Y funcionaba, pero muchas personas dicen que los días en los que la lámpara se apagaba se escuchaban ruidos muy extraños procedentes del lugar en donde se encontraba el pozo, que solo cesaban cuando las campanas del convento tocaban al amanecer.

4. La leyenda del Ángel

Comenzamos ahora a recorrer el lugar más emblemático de Córdoba: la Mezquita. Esta primera leyenda sobre ella tiene que ver con su construcción y su impulsor, Abderramán I.

Abderramán vivía en su palacio de al-Ruzafa como único superviviente de su estirpe en Damasco. Había alcanzado su punto álgido y se sentía como el rey más poderoso del mundo, pero por las noches sufría en sus sueños. Una noche, un ángel se apareció en uno de ellos, le reprochó que no le devolviera a Alá todo lo que el le había dado.

Al despertar Abderramán tenía en su mente una idea firme, construir uno de los templos musulmanes más grandiosos del mundo para devolver a su dios todos los favores que este le había dado.

5. La leyenda de la Fuente de Santa María

Ya construida la mezquita las leyendas de Córdoba se fueron consolidando en tan icónico monumento. La siguiente nos lleva al patio de los Naranjos, que hoy puedes visitar tanto por tu cuenta como en visita guiada a la catedral.

En el patio se encuentra la famosa fuente de Santa María, y la tradición dice que todas aquellas mujeres que beban de su caño más próximo al olivo del patio conseguirán casarse en poco tiempo. Muchas mujeres de Córdoba acuden a ella cuando quieren casarse, lo que la ha convertido en una de las fuentes más representativas de toda la ciudad.

6. La columna del infierno

Ahora si nos vamos hasta el interior de la Mezquita para conocer una de sus leyendas más extendidas y que ha tenido una repercusión tal que ha conllevado cambios en la estructura.

En el interior de la Mezquita las columnas se hacen incontables a simple vista, pero hay una que destaca sobre toda las demás. Antiguamente, cuando se rascaba esta columna con un trozo metálico o una moneda está desprendía un fuerte olor a azufre. Por ello, muchos cordobeses y cordobesas pensaban que la columna se había hecho en el mismísimo infierno. Una vez extendida la leyenda, eran muchas las personas que se acercaban a rascar la columna, lo que conllevaba un deterioro muy grande. Es por eso por lo que hoy se encuentra acristalada para que nadie pueda tocarla.

La explicación científica a este hecho es que al rozar un objeto metálico con el ácido sulfúrico que contiene la columna se da ese inconfundible aroma a azufre, pero es mucho más divertido pensar que satán fue su creador, ¿o no?

7. La Cadena de Oro del Mihrab

Una de las salas más impresionantes de la Mezquita de Córdoba es el Mihrab. De su techo cuelga una cadena de oro que, antiguamente, se decía que daba vueltas sobre si misma de lo larga que era.

Una vez llegaron los castellanos a la ciudad, esta se encontraba medio destruida y con una gran falta de recursos. Para financiar las obras y los materiales, se dice que los obispos de la nueva catedral cortaban un trozo de la cadena a modo de pago. Por eso hoy la cadena de el Mihrab de Córdoba no llega al suelo, como podrás comprobar si la visitas.

8. El Buey y la Mezquita

Los humanos no son los únicos protagonistas de las leyendas de la Mezquita de Córdoba, y es que hasta los bueyes pueden ser buenos personajes para una historia.

En este caso el objeto de leyenda es una escultura de un buey que se sitúa junto a la capilla Mayor de la catedral, que tendría su origen en la época musulmana de la ciudad.

La leyenda cuenta que un buey fue el encargado de arrastrar todas las columnas de la mezquita, una a una, hasta el lugar donde hoy se encuentran. Justo cuando dejo en su lugar la última de las columnas, murió exhausto, por lo que se decidió construir una escultura en su honor.

9. La leyenda del Cautivo

Llegamos ahora a la que quizás sea la leyenda mas popular de la Mezquita de Córdoba. La leyenda del Cautivo cuenta la historia de un simple hortelano que tenía una tienda en el centro de la ciudad de Córdoba. Un día cualquiera una hermosa joven árabe se acercó hasta ella para comprar, y el hortelano se quedo cautivado con su belleza. Le pidió matrimonio, a lo que ella respondió que sí. Ella también estaba muy enamorada, hasta el punto de que decidió convertirse al cristianismo para que la unión pudiera realizarse.

Pero justo antes de celebrarse el enlace matrimonial, los guardias de la ciudad descubrieron las intenciones de la chica y la mataron. Al hortelano lo capturaron y, como castigo, lo ataron a una de las columnas de la Mezquita.

En su agonía, su única compañía la encontró en dios, y decidió hacer una cruz en la columna con la sangre de sus propias uñas. Hoy se puede ver esta cruz en una de las columnas de la catedral, aunque hay que fijarse mucho en el detalle. Además, el Cristo de la Uña es hoy una de las figuras de más devoción en Córdoba.

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10. Túnel Mezquita-Medina Azahara

Terminamos nuestra ronda de leyendas de la Mezquita incluyendo en la historia a otro de los lugares más importantes de Córdoba, las ruinas de Medina Azahara, que se encuentran a 8 kilómetros de la ciudad.

A pesar de que nunca se han encontrado indicios sobre este supuesto túnel, muchas son las personas que creen que la ciudad palatina y la Mezquita están conectadas entre si en el subterráneo. Su autor habría sido Abderramán III, que lo habría construido para poder asistir a sus rezos diarios en la Mezquita. Tan grande sería el túnel que podría caber en el un caballo, ya que la distancia de 8 kilómetros sería un suplicio a pie.

Medina Azahara
Medina Azahara

11. Calle Abrazamoras

Entre la plaza de Doctor Emilio Luque y la plaza de Ramón y Cajal se encuentra la calle Valdés Leal, llamada así en honor al pintor sevillano. Para los cordobeses y cordobesas es también conocida por el sobrenombre de calle Abrazamoras, que adquirió gracias a una de las leyendas que corrían por toda la ciudad.

Dicen que en este callejón había un chico que se dedicaba a abrazar a las chicas que pasaban solas por la noche. Una de estas noches, paso una chica a la que sorprendió y le propuso que se abrazaran. Ella, reticente al principio, fue cediendo hasta que dijo que sí, no sin antes advertir al chico del grave peligro que corría si la abrazaba.

Al chico no le importó, y finalmente el abrazo se llevo a cabo. Pero justo en el momento en el que el chico rodeo con sus brazos a la chica, se encontró que estaba tocando unos huesos fríos como el hielo y a continuación se desmayó. Sus amigos lo encontraron al día siguiente en ese mismo lugar, y tras despertarlo de su largo sueño él les explicó lo que había pasado la noche anterior. Pensando que los efectos del vino lo habían vuelto loco, sus amigos estallaron en carcajadas.

El chico nunca llegó a saber si lo que paso fue real, pero si le quedó claro que a partir de ese momento debía cambiar su comportamiento y no sorprender a ninguna chica más.

12. La estrella de los deseos

En una de las esquinas de la mezquita-catedral se encuentra un pequeño fósil con forma de estrella de mar que ha estado ahí durante años. Junto a la calle Torrijos, muchos de los viandantes que pasaban por allí vieron en ella un objeto de superstición, y la tocaban pensando que sus deseos se harían realidad. Hoy sigue siendo uno de los curiosos misterios que podemos encontrar en la ciudad de Córdoba.

13. Amantes aplastados

Las leyendas de Córdoba ciudad no pueden olvidarse del amor, y es que este es uno de los componentes más poderosos a la hora de contar una historia.

En este caso comienza con un joven que vivía con su madre, la cual había enviudado hacía poco tiempo. Guardaba ella los pocos ahorros que su marido le había dejado al fin de tener una vida tranquila.

Un día su hijo se enamoró de una joven de manera tan desproporcionada que su madre le advirtió de que tuviera cuidado con las decisiones que iba a tomar. Tras una larga discusión, el hijo decidió irse de su casa acompañado por la joven, no sin antes haberle quitado todos los ahorros a su madre.

Ella imploró que su hijo recibiera un castigo por tan mal comportamiento, y mientras el hijo y la joven se refugiaban bajo una casa cerca de la puerta del Colodro, un muro se les cayó encima y murieron aplastados.

14. La calle Mancera

Muy cerca de los jardines de Orive se encuentra una calle conocida como Mancera. Y es que esta adquirió este nombre gracias a la historia de un joven campesino que decidió arar sus tierras en un día muy señalado. Ese día era el de Nuestra Señora de la Fuensanta, que contaba con un santuario en la ciudad al que los cordobeses y cordobesas tenían mucha devoción. Para sus compañeros, arar en ese día era un acto muy equivocado.

El chico respondió que a el no le importaba, que el no creía en ninguna divinidad. Así, su mano se quedo pegada a la mancera que usaba para arar. Tras pensar en lo que le estaba sucediendo, decidió acudir a la virgen que había despreciado como último remedio.

Le rogó que lo deshiciera de tan pesada carga, a lo que la virgen respondió despegándole la mancera de la mano. A partir de ese día se convirtió en uno de los devotos más fieles de Nuestra Señora de la Fuensanta.

15. La virgen de las Angustias

Y terminamos nuestra ronda de leyendas de Córdoba la ciudad con una que tiene que ver con la virgen de las Angustias.

Dicen que, en su día, un burro llegó perdido a la ciudad con una caja a sus espaldas. Primero fue al convento de San Pablo, en donde el portero decidió devolverlo a la calle para que no molestara a los a los dominicos.

Tras ello, el burro se dirigió hasta la iglesia de San Agustín, en donde los agustinos decidieron aceptarlo y mirar en el interior de la caja. Allí se encontraba una figura de la virgen de las Angustias.

Los dominicos la reclamaron como suya al haber ido el burro primero a su convento, a lo que los agustinos respondieron que ellos no habían aceptado al pobre burro descarriado.

El juez dictaminó al final que la virgen pertenecía a los agustinos, pero que, si por alguna razón la imagen llegaba al convento de San Pablo, viviría allí para siempre.

iglesia de San Agustín
Iglesia de San Agustín

– Tour de los misterios y leyendas de Córdoba 

Con los siguientes tour te sumergirás en los misterios y leyendas de Córdoba durante un paseo que te dejará fascinado con la cara mas oculta de la ciudad califal

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